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En defensa de la soledad

Quien no sabe vivir en presencia de su propia soledad no podrá construir más que una secta. Esta idea rondó mi cabeza estas semanas. Pensaba en la grupalidad que se nutre solo en sí misma como un circuito cerrado y hermético, donde ese mismo hermetismo no produce más que la incapacidad de solucionar conflictos o la propia miseria de conformidad. Donde el grupo es más prioritario que la propia individualidad humana es donde la masa se transforma ya no en una herramienta-posibilidad de poner en acción desde la fructuosidad de lo colectivo, sino el fin mismo. El grupo como fin en sí mismo. Qué terrible. No sé si será porqué soy introvertida. Soledad no quiere decir estar aislada, valga la aclaración. Pero también, mí yo más egomaniaco quiere aferrarse a la idea de una soledad autónoma y plena. No quiero un grupo de pertenencia, ni quiero formar una comunidad. Al menos no quiero que esa sea la base de mi existir. Quiero conformarme con mi presente. Que mirarme al espejo en un principio, no...

CREDO

Creo en lo que me moviliza, en lo que dicta mis manos, en el impulso de lo que nace de lo mas profundo de mi. Creo en el cariño puro, en la emoción vibrante, en lo que se me hace totalmente irrefrenable. Creo en el cambio. Creo en lo que me motoriza a realizar y traspasar mis miedos. Creo en la vulnerabilidad, la rabia desmedida y la sensibilidades cotidiana. En la escucha atenta, activa, casi que preocupada. Creo en la buena elección de los conceptos. Creo en las palabras, las escritas y las habladas. Creo en el diálogo, la ingenuidad y la buena predisposición. Creo en lo que me eriza la piel, lo que me emociona hasta las lágrimas. En el dolor, la violencia, la picardía. Creo en la sangre, los fluidos, en los latidos de los órganos. En un terreno baldío, en una casa abandonada. En el despertar, el sexo, la angustia, la desesperación, lo insaciable. En los ojos de mi madre, las lágrimas de mi padre, la senilidad de mi abuela, los nervios de mi hermano. Creo en el barrio en el que me cr...

Interrogantes para repensar un futuro

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  MANIFIESTO  INTERROGANTES PARA REPENSAR UN FUTURO   ¿Cómo debe ser la educación pública?¿Cuál sería un ideal?  ¿Cómo se defiende la educación pública? ¿Por qué existe la educación pública? ¿Arte para qué? ¿Cómo responder a la violencia? ¿Cómo se genera el sentido de pertenencia? ¿Cómo se interpela? ¿Qué hay entre la incertidumbre y la indiferencia? 1. Como base mínima, gratuita, laica, estatal y de calidad. Que mí profesora pueda tener un salario que la haga vivir tranquila, que el edificio no tenga una mancha del tamaño de un elefante de humedad, que pueda tener más opciones para elegir cuando y donde cursar. Como ideal, que Fonseca no parezca un galpón blanco, vacío y medicinal. Como largoplazista, que los estudiantes, como sujetos, se sientan implicados en lo que ocurre entre las paredes de los salones.  2.  Con sujetos participativos, comprometidos y dispuestos a dejar el ego de lado. Asamblea permanente, toma activa y total, paro indefinido. Con...

Querida joven lesbiana

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Cuando tenía tu edad, el mundo era muy distinto. No existía tiktok, estaba de moda usar chupines, Arctic Monkeys recién había sacado AM y gobernaba una mujer. Muchas cosas han cambiado, pero algunas quedaron y otras empeoraron. Por esto, espero que estas palabras te sirvan.  En ese tiempo, era difícil encontrar una otra en quien reconocerse y reflejarse. Asumo, ahora debe haber más oportunidades para encontrar otra lesbiana en el otro lado del mundo o a la vuelta de la esquina con quien sentir companía.  La primera máxima que confiere esta carta es 1) Las lesbianas estamos en todos lados . Solo hay que afinar la mirada y tener unos ojitos atentos en la calle para poder encontrarlas. El mundo quiere pretender que no existimos, que somos un mito urbano a quien ofrendarle cigarrillos y que salimos a vagar por las calles en las penumbras de luna llena. Esto es mentira. Las lesbianas caminamos por las calles de los barrios, ciudades y pueblos. Quizás con el paso apurado, capaz con ...

Catálogo de un autoretrato

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  CEREBRO  un masacote de nudos entrelazados. maquinaria creadora de ideas, pensares, imaginarios.  recicladora y regurgitadora de ideas. CICATRIZ cuando tenia cinco años tomé sidra y corrí por el pasillo de mi tía hasta que en el mareo me estrellé la cara contra el marco de la puerta. cumplí mi sueño de desmayarme en la misma posición en la que murió Mufasa en El Rey León. Me pegaron el tajo con La gotita. Arruiné una fiesta de cumpleaños. DIENTES  poseedores de memorias. herramienta para desgarrar, vociferar, tragar. Por la noche, mientras duermo ellos despiertan. Se apretan entre si, se agitan entre si, chirrían entre sí. Llamado también bruxismo. LABIOS  dispositivo del beso LENGUA  Tuve una teoría la cual suponía que mi lengua era la que dirigía mi cuerpo. Un pequeño alien que gozaba del privilegio de permanecer dentro e incluso mostrarse al exterior sin tener el temor de morir de inanición. Con características concisas y reveladoras; a) era rosita, b)...

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Llegué acá con nuevas conclusiones y otras incertidumbres igual de grandes como inamovibles. Hay miedos que se instalaron en mí y yo los alimenté como una cría a punto de morir. Hoy son parte de mí y ya no intento amansarlos. Solo los observo sin prisa ni pausa para entenderlos un poco mejor. Crecieron de mí bien cuidado. Crecieron fuertes y descarados. Tenaces, insatisfechos y demandantes. A veces intento engañarlos y otras veces simplemente los abrazo. Ahora mismo, entiendo el miedo como una reacción biológica casi que cariñosa para conmigo misma. Si no sintiera miedo, capaz tendría problemas más graves que atender. Como la insensibilidad generalizada o una arrogancia que ya no puedo tener con tanta tranquilidad, irónicamente, porque ya no soy adolescente y ya no tengo donde patalear.  Tengo tantas incomodidades como incoherencias. Soy tan incongruente que no hay tantas cosas en mí que me tome muy en serio. Solo mi sentido común, mi cúmulo de verdades fundamentales y esos miedos ...

acurrucamiento

  Dos o más masas corpóreas se mezclan en un acurruco.  En un acurruco, las masas se juntan, friccionan, agrupan en busca del calor perfecto, de la comodidad absoluta. Este acurruco se logra al completar la sensación total de recubrimiento. “La idea se asemeja al querer transformarse en una manta” dijo, o algo así recuerdo.  Las masas, lo suficientemente articuladas, encuentran la forma más dócil de achicarse, expandirse, deformarse y entrometerse en cada hueco llenando cada espacio inhabitado que podría haberse llegado a calar entre sus huesos. Con el simple deseo se contraen y amoldan, se vuelven líquido sobre las sábanas hasta rellenarlo todo y volverse un pequeño mazacote inteligible entre sí. La sola idea de lograrlo, extasía a la masas, que comienzan a agitarse, frotándose las unas a las otras hasta el cansancio más exhausto y mejor bien buscado. Logrando así la perfecta pila de texturas que calzan como si estuviesen construidas para ello.  “El posible acurruco...